En el día de hoy, desde Fetransa hemos hecho llegar nuestras alegaciones al proyecto de reforma del anexo IX del Reglamento General de Vehículos al considerar que la propuesta realizada desde el Ministerio del Interior, desborda con mucho el mandato contenido en la Disposición Final Cuarta del RD 3/2022, lo mismo en sus contenidos concretos como al espíritu de la misma.
No se puede decir que el texto cuenta con el consenso del sector, ya que se está tramitando desde la DGT, hurtando el debate del CNTC y proponiendo cuestiones que no habían sido negociadas en su momento.
- Las excepciones para el transporte de madera en rollo, admitiendo la circulación por las vías públicas con hasta 57 tn de MMA para ciertos vehículos, que solamente se explican desde el punto de vista de los intereses de las empresas dedicadas a dicha actividad, y que atentamente gravemente contra la seguridad vial y los intereses de los transportistas.
- La excepción prevista de 46 tn de MMA para el transporte combinado, no suficiente explicada y que no viene contenida en el mandato de la disposición final cuarta del RD 3/2022
- Permitir, en ciertos supuestos, que los duotrailer circulen con más altura de la prevista en la norma general
- El calendario previsto de entrada en vigor, que nada tiene de progresivo y no traumático
- E incluso la adaptación de los vehículos a la nueva realidad, que iba a ser sin coste, cuando de la redacción propuesta no se puede deducir que esta vaya a ser así.
No están recogidas en la disposición final cuarta del RD 3/2022 y pretenden desbordar los acuerdos alcanzados con los transportistas, al menos en lo que a Fetransa se refiere.
Por otra parte, no entendemos como la DGT puede ser la proponente de un texto que afecta a la seguridad vial, y aceptar sin más la posibilidad de que ciertos vehículos, que no son los llamados euromodulares, circulen por las vías públicas con masas muy superiores a las 44 tn de MMA. Mientras que, por otro lado, responsabiliza, día sí y día también, a los conductores de camión del aumento de la siniestralidad y las consecuencias que se derivan de todo ello y restringe la circulación de camiones ciertos días del año, obligando a los conductores a retrasar la llegada a su domicilio bajo el pretexto de la fluidez y la seguridad vial. En la práctica, todas las medidas que se proponen tienen una finalidad de tipo económico y en nada benefician a las empresas y trabajadores del sector.
Así mismo, Fetransa había solicitado el compromiso firme de la administración con la adopción de ciertas medidas como pudieran ser las ayudas al achatarramiento de ciertos vehículos o el mantenimiento de las ayudas al abandono, entre otras, para poder asegurar una adaptación no traumática de nuestro sector a la nueva realidad. Dichas medidas no vienen recogidas en el borrador propuesto.
Fetransa aceptó dialogar sobre el aumento de las masas y dimensiones, pero pide que el texto definitivo se ciña al espíritu y a la literalidad que inspiró dicho diálogo, en tanto en cuanto esto no se produzca, no puede aceptar la modificación de una norma que tanta trascendencia va a tener para nuestro sector, sobre todo para los transportistas más vulnerables.